¿Quién soy, qué hago y qué pasará conmigo?

Me llamo Juan y esta es mi historia y experiencia sobre la carrera de terapia física.

Actualmente tengo 22 años, hace 2 años comencé con esta carrera y vaya que han sucedido bastantes cambios desde entonces.

Cuando comencé este blog acababa de entrar a la Universidad, me encontraba aprendiendo sobre un mundo nuevo y sí, fue muy complicado al principio y les diré por qué. Soy un chico que pasó 3 años de su juventud estudiando informática, y luego 1 año y medio estudiando una ingeniería.

Muchas veces tuve curiosidad por aprender sobre el cuerpo humano, sobre la salud, etc. A veces me ponía a leer algunos libros de la biblioteca o artículos en internet sobre el área de la salud.

Simplemente podía dedicar bastante tiempo a esos temas y no notaba aburrimiento.

Me gusta contar como ocurrió mi encuentro con la fisioterapia y la resumo en 3 episodios; la guía, el campamento y la curiosa fisioterapeuta.

La guía

Antes de escoger esta carrera me encontraba perdido, encontraba varias carreras fascinantes, no había un área especial, más un día compré una revista con información de las carreras que se ofertaban en México, me puse a leer, de pronto encontré que en algunas universidades de Puebla se ofertaba la carrera de fisioterapia, me llamó la atención, investigué un poco más, y vaya, empecé a creer que era bastante interesante,  busqué si en mi ciudad o cerca de ella se ofertaba y no fue así, la decepción fue dura y así di por terminado este primer encuentro.

Aquel campamento

Me encontraba en último semestre de preparatoria, un día nos ofrecieron un viaje a la ciudad de Morelos, se trataba de un campamento donde aprenderíamos algunos deportes. Acepté la invitación, nunca había sido muy afán a los deportes y supuse que sería una buena idea comenzar con alguno.

En este campamento conocí a un deportista que había sufrido una enfermedad que le hizo alejarse del futbol. Su historia no sólo fue triste, sino también motivante, en la cual, también se vio involucrado un fisioterapeuta, quien estuvo con el en todo el proceso de rehabilitación.

Era como escuchar un segundo llamado.

La curiosa fisioterapeuta

En mi ciudad no se ofertaba esta carrera, decidí que tenía que estudiar alguna otra.

Encontré una que me pareció interesante, era la carrera de ingeniería industrial. Presenté examen y quedé.

Mientras estudiaba en ese tecnológico, trabajaba como promotor de crédito, una de mis clientes resultó ser fisioterapeuta. Ese día que la conocí por primera vez la noté algo perdida, parecía ser que no era de la ciudad. Le ofrecí el crédito departamental y aceptó, durante la charla que tuvimos descubrí que era fisioterapeuta y que había estudiado en Puebla.

Ese día fue el inicio de una muy buena amistad. Días después la veía cuando iba a pagar su mensualidad, y platicábamos un poco acerca de su trabajo, lo que hacía, lo que le había gustado, y bueno, fue justo en ese momento cuando escuche ese tercer llamado.

En esos días me llegó la noticia de que la carrera se había abierto en una universidad de la ciudad, no lo dudé, presente examen y miren, ahora me encuentro en los últimos años de esta increíble carrera.